martes, 21 de mayo de 2013

ADICTOS A BOTELLON-VALENCIA, MACROBOTELLON LEGAL. Oksana Duk 2º A3


El botellón ya obliga a tratar a jóvenes adictos por el alcohol

Valencia vivió el  viernes 17  de Mayo un macrobotellón legal en la explanada de la antigua estación del Grao. Legal por dos motivos: porque los cerca de 12.000 jóvenes que asistieron pudieron entrar al recinto bebidas alcohólicas siempre que estuvieran en envases de plástico y porque el espacio estaba acotado, no se celebró en la calle. De ahí que algunas voces insistieran en hablar de macrofiesta y no de macrobotellón.
Al margen de la disparidad de denominaciones, el evento fue el espejo de una realidad social que ha ido en aumento durante los últimos cinco años: cada vez son más los jóvenes que consumen alcohol y que practican botellón. Sólo hay que darse una vuelta por los parques y jardines de la ciudad un sábado o domingo por la mañana para confirmarlo.
Sin embargo, ni adolescentes ni universitarios son conscientes de las consecuencias negativas derivadas del consumo de alcohol, ni siquiera de la posibilidad de desarrollar un proceso adictivo. A esto hay que añadir que los jóvenes empiezan cada vez antes el consumo, en mayor cantidad y con bebidas de más graduación.
 «Porque el consumo excesivo y el botellón tienen una consecuencia de salud que no estamos viendo ya que sólo nos centramos en el tema social». Quien así habla es la profesora de Psicología Básica de la Universitat de València, María Teresa Cortés, considerada una de las mayores expertas en botellón y adicciones de la Comunitat. Cuenta, además, con varios estudios sobre esta problemática financiados por el Plan Nacional de Drogas.
«Ya se está viendo a gente de veinte y pocos años en las unidades de conductas adictivas», aseguró. Aquellos que se iniciaron en el alcohol hace unos años, con el botellón de fin de semana, ahora tienen un problema de adicción. Según la profesora Cortés, hay unos condicionantes para llegar a un abuso o una dependencia. Son la edad de inicio y el patrón de consumo y tanto los jóvenes de ahora como los adolescentes de antes los cumplen.
Sin crisis
La gran mayoría, casi el 80% de los encuestados en varios estudios realizados por la Universitat de València, practican botellón para divertirse, muy lejos del 40% que lo vincula a estar con amigos. Contrariamente a lo que pueda pensarse, las causas económicas no influyen en esta práctica. El bolsillo o la crisis como excusa para hacer botellón sólo preocupa a los universitarios. Incluso los adolescentes confiesan que disponen de más dinero para utilizar en el botellón.
Por ello, la profesora María Teresa Cortés insistió en que el botellón ha de abordarse desde una perspectiva social y de salud y en la que se engloben todos los colectivos: jóvenes, padres, vecinos, profesionales de las drogodependencias, medios de comunicación y administración. Sí, se deben adoptar medidas asociadas a las mediciones de ruido, los controles de alcoholemia, el cumplimiento de los horarios, la presión policial, etcétera. Pero, a su juicio, «no sirven si no hay concienciación social y si los jóvenes no conocen las consecuencias del consumo».
Otro frente que hay que superar es el de los padres. En un estudio elaborado en la Comunitat, alrededor de un 65% de ellos señalaron a la administración como la responsable a la hora de generar soluciones al botellón. Además, el 62% asegura que su hijo nunca consume alcohol. «Concienciar a los padres sobre su papel en el desarrollo de los hijos y en los límites que hay que poner a estas conductas», apuntó.
En cuanto a los botellódromos, la profesora de Psicología Básica se mostró en contra ya que resuelve las consecuencias de la parte social pero no las de salud. Además, «se transmite un mensaje contradictorio a los jóvenes. Se les está diciendo que pueden beber en un lugar al tiempo que esta misma conducta se sanciona en otro».

REFLEXIONA
¿ Podemos controlar el fenómeno de botellón, o  es Botellón  que nos  controla y  conduce nuestra vida hasta el viernes?


 

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