La cafeína se encuentra en diversos productos como café, cacao, cola, bebidas energéticas, té y ciertos medicamentos, como determinados analgésicos o estimulantes que pueden adquirirse sin receta.
Los efectos de la cafeína pueden variar de una persona a otra, puesto que el nivel de sensibilidad de cada uno a esta sustancia es diferente. Sin embargo, según Roland Griffiths, profesor de biología conductual y neurociencia en la Johns Hopkins School of Medicine de Baltimore, Maryland, solo media taza de café al día puede producir una dependencia física que dé lugar a un síndrome de abstinencia. Y añade que aproximadamente la mitad de las personas que consumen cafeína tendrían un síndrome de abstinencia si dejaran de tomarla, independientemente de qué tipo de producto con cafeína utilicen.
El consumo de cafeína puede producir el siguiente efecto:
- Inquietud
- Nerviosismo
- Excitación
- Insomnio
- Rubor facial
- Diuresis
- Problemas gastrointestinales
Tras pasar entre 12 y 24 horas sin tomar cafeína, las personas con adicción a esta sustancia pueden tener los siguientes síntomas, que alcanzan su máximo después tras un periodo de entre 20 y 50 horas de abstinencia:
- Dolor de cabeza
- Fatiga o somnolencia
- Depresión o irritabilidad
- Problemas de concentración
- Síntomas similares a los de la gripe, con náuseas, dolor muscular y rigidez
La mayoría de las personas que toman cafeína regularmente lo hacen más para evitar los síntomas de abstinencia que simplemente porque les gusta.
La cafeína puede también agravar la ansiedad o depresión en las personas que padecen estos trastornos.
Algunas personas que consumen gran cantidad de café durante el trabajo pueden tener síndrome de abstinencia durante los fines de semana o las vacaciones, sin ser conscientes de lo que les pasa. Estas personas suelen mejorar tomando algún analgésico de los que contienen cafeína, pensando que la mejoría se debe al analgésico, cuando en realidad es debida a la cafeína que contiene.
REFLEXION PERSONAL
a parte de la función social que cumple la frase "tomarse un cafe" esta tiene otro uso cotidiano - recuperar las energías que no obtenemos ni durmiendo bien ni comiendo saludablemente. Eso se debe a ese ritmo frenético que llevamos desde que la globalización y la sociedad liquida nos han quitado la tranquilidad, a la que antes estabamos acostumbrados, y la sensación de tener tiempo de sobra. No podemos decirlo hora, siempre corremos y gastastamos más energía de la que disponemos y un método factible es consumo masivo de cafeina que permite seguir el ritmo "adecuado"
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