lunes, 20 de mayo de 2013

Potomanía. Adicción a beber agua - Verónica Aguado López 2ºA3

Potomanía. El beber agua como una adicción.

La adicción al agua “consiste en beber grandes cantidades de agua de manera compulsiva, sin sentir sed, lo cual produce en la persona sensaciones de placer y bienestar”, explican en el sitio salud.com.
Los adictos al agua suelen beber hasta cinco y ocho litros de agua al día, cuando lo recomendable es tomar dos litros diarios para la población sedentaria.
Tomar agua en cantidades excesivas, de manera compulsiva y sin sentir sed, es un trastorno que a la larga afecta el funcionamiento de los riñones, la composición sanguínea e incluso puede causar parálisis cerebral. La potomanía afecta principalmente a mujeres convencidas de que bebiendo muchos líquidos (más de dos litros diariamente) podrán adelgazar sin mayor esfuerzo. Al respecto, la psicoanalista Marcela Martinelly señaló que “una buena parte de estas personas toma agua en grandes cantidades debido a carencias afectivas. Es similar al trastorno compulsivo por comer”. El también endocrinólogo, Acosta Altamirano detalló que el exceso de agua en el organismo contribuye a que los minerales como el potasio, sodio y magnesio se diluyan rápidamente en el torrente sanguíneo, causando cansancio, calambres e incluso pérdida de agilidad mental”. 
No existen datos exactos de la incidencia de la potomanía, pero los expertos creen que este trastorno se ha incrementado, especialmente por la publicidad y por la importancia que la sociedad le otorga a los métodos de salud naturales.
El exceso de agua hace que algunos minerales esenciales para el organismo como el potasio, el sodio y el magnesio, se diluyan con mayor rapidez, produciendo calambres, fatiga y pérdida de agilidad mental.
La pérdida masiva de potasio hace que el corazón pierda su ritmo, lo que podría desencadenar en que el músculo cardíaco se detenga. Así también, los riñones pueden colapsar con la ingesta excesiva de líquidos, pues aunque regulan el metabolismo del agua y de los minerales, dichos órganos tienen un límite.
El consumo en exceso de agua puede llevar a una hiponatremia (intoxicación por agua) donde los niveles de sodio en la sangre disminuyen peligrosamente generando complicaciones como convulsiones que en extremo pueden llevar a la muerte.
La cura a este mal dependerá de la causa. Es indispensable tratar el problema en todos sus aspectos, vale decir, con la intervención de sicólogos o siquiatras, nutricionistas y médicos especialistas.
En el ámbito mental del tratamiento a la adicción, la doctora Forteza explica que “el objetivo de la terapia es conseguir el cambio comportamental: que se rompa esa asociación entre el consumo de agua y el estado de bienestar o el control de la ansiedad. El paciente debe aprender a afrontar las situaciones estresantes por vías no perjudiciales para el organismo. La complejidad del tratamiento dependerá de si la potomanía está asociada a otros trastornos”. En lo netamente corporal lo más usual es que el especialista restrinja el consumo de líquidos a un litro y medio de agua diarios hasta lograr eliminar la adicción.
En ocasiones, los médicos prescriben un diurético para aumentar la excreción de agua por parte de los riñones, aumentando el aporte de sodio en poco líquido.

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