miércoles, 1 de mayo de 2013



Elena  Herranz Huerta

2º A3

He encontrado una noticia que me llamo la atención por la resignación y la crudeza con la que el propio periodista describía  la situación de consumo de drogas por parte de los bailarines de ballet. Para ello el periodista  utilizo la historia de  un bailarín de ballet llamado Sergéi Polunin que ,a pesar de su triunfo en febrero del 2012 en su papel de Billy Hayes en el espectáculo Men in motion , dejo sin previo aviso la compañía y rechazo todas las ofertas que le hacían las compañías.
A continuación e copiado los fragmentos que mejor representan la situación que presenta el periodista:

En Londres, con flema británica, se ha dicho algo con chanza trágica: loscamellos de Covent Garden tienen mucho trajín entre ir y venir de los garitos indie a la Royal Opera House. Hablan sin mencionarlo del “ruso loco de los tatuajes”, es decir, Sergéi Polunin

Pero como todo hijo pródigo, el mantra de renegar de sus orígenes viene en el mismo lote que el de divo o genio disfuncional. Se rechaza todo: maestros, compañías, destino. Este chico ya ha sido príncipe y mendigo sin solución de continuidad. No es el primero, no será el último. La droga también hace estragos entre los artistas del ballet; los mata rápido o los destruye lentamente, el caso es que los separa de su arte y de su vida, de su entorno y de las cosas que han amado desde niños. Lejana en el tiempo nos parece la muerte por sobredosis de Patrick Bissell, estrella del American Ballet Theatre de Nueva York, pero son historias que están ahí.

En una época no tan remota los cisnes cayeron como moscas; en la caída iban también sus caballeros. Hoy todo es, a la vez, más público y más oscuro. Como decía esta semana Judith Mackrell en The Guardian,la contaminación creciente de la subcultura de las celebridades con la alta cultura del ballet hace estragos. Sergéi Polunin sale en los telediarios y es carne de cañón en los programas de telerrealidad o los tabloides. Todos se preguntan lo mismo, aunque con distintas entonaciones: ¿Qué pasa en realidad con Polunin?

Enlace con la noticia:
http://elpais.com/elpais/2013/04/12/gente/1365770214_445951.html

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