viernes, 24 de mayo de 2013

Existe una comorbilidad entre una adicción y otra enfermedad psíquica? - Isabel Ott



En mis prácticas, que hize en una asesoría para personas adictas, encontraba muchas personas que tenían una adicción y también una enfermedad psíquica o un trastorno mental como por ejemplo borderline o una psicosis.
He buscado informaciones en internet sobre la comorbilidad entre una drogadicción y otra enfermedad mental.
La “comorbilidad” o “morbilidad asociada” describe dos o más trastornos o enfermedades que ocurren en la misma persona. Pueden ocurrir al mismo tiempo o uno después del otro. La comorbilidad también implica que hay una interacción entre las dos enfermedades que puede empeorar la evolución de ambas.
La adicción a las drogas también esta vista como una enfermedad mental porque cambia al cerebro de manera fundamental,  interrumpiendo la jerarquía normal de las necesidades y los deseos, y sustituyéndolos con nuevas prioridades relacionadas con la obtención y el consumo de drogas. Los comportamientos compulsivos que resultan de la drogadicción debilitan la capacidad para controlar los impulsos a pesar de las consecuencias negativas y esto es muy similar a las características básicas de otras enfermedades mentales.
En comparación con la población en general, los toxicómanos tienen el doble de probabilidad de sufrir trastornos en sus estados de ánimo o niveles de ansiedad, lo cual también puede suceder a la inversa.
La pregunta es ¿porque una persona con una drogadicción a menudo tiene también otra enfermedad mental? Hay algunas razones por esta comorbilidad como por ejemplo:
-       El abuso de drogas puede provocar los síntomas de otra enfermedad mental. El hecho de que algunos usuarios de marihuana con vulnerabilidades preexistentes exhiban un mayor riesgo de desarrollar psicosis sugiere esta posibilidad.
-       Los trastornos mentales pueden conducir al abuso de drogas como una forma de “automedicación”. Por ejemplo, los pacientes que sufren de ansiedad o depresión pueden depender del alcohol, el tabaco u otras drogas para aliviar temporalmente sus síntomas.

- Existe una cierta superposición de vulnerabilidades genéticas.

-      Hay también una superposición de factores desencadenantes en el entorno. El estrés, el trauma (tal como el abuso físico o sexual) y la exposición temprana a las drogas son factores comunes en el entorno que pueden conducir a la adicción y a otras enfermedades mentales.

-      Los trastornos por consumo de drogas y otras enfermedades mentales son trastornos del desarrollo. Esto significa que a menudo comienzan en la adolescencia o incluso a una edad más temprana, que son los periodos cuando el cerebro experimenta cambios radicales en su desarrollo. La exposición temprana a las drogas también puede cambiar el cerebro de tal manera que el riesgo de sufrir trastornos mentales sea más alto. Además, cuando existen síntomas tempranos de un trastorno mental puede ser una indicación de que exista un mayor riesgo de toxicomanías más adelante.


En la página web donde encontraba estas informaciones se dice sobre el tratamiento que una persona con una toxicomanía u otro trastorno mental debería ser examinada y tratada para ambos trastornos simultáneamente.
Yo aprendí durante mis prácticas que es muy importante que la persona hace primeramente una desintoxicación porque si una persona empieza un tratamiento todavía intoxicado con drogas el tratamiento no vale para nada.
Los trabajadores sociales/las trabajadoras sociales son muchas veces las primeras personas profesionales con las que se encuentran y hablan las personas adictas. Así que un trabajador social/una trabajadora social puede tener un rol importante en descubrir que una persona no solamente tiene un problema con drogas sino que también tiene una enfermedad mental. Al descubrir de eso pueden mandar a esta persona primeramente a una desintoxicación y luego también a un psicólogo/una psicóloga.




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